El admirable Ángel Almazán de Gracia, trabajador donde los haya, acaba de publicar otro libro, esta vez dedicado al pueblo que le vio nacer, es decir, Tajueco, ese hermoso lugar rodeado de pinares, regado por el Duero y adornado con la cerámica que la familia Almazán, incansable también, saca de sus alfares continuando la tradición de nuestros antepasados.

Cada pueblo tiene su propia historia, aunque similar a la del vecino, y el vecino a la del siguiente, hasta formar una cadena que enlaza a todos ellos, sin que por eso pierdan su propia identidad. Algunas personas saben ver esto, aman su tierra y con ella –o por ella- a esas peculiaridades que la hacen única. Y muestran, como ha hecho Ángel, el lado más amable, la historia, las tradiciones, que también, al igual que las miserias –humanas y por ello perdurables o, al menos, susceptibles de corregir- existen en los pueblos y en más abundancia que lo otro, porque lo bueno, lo interesante, va quedando, formando poso y transmitiéndose.

Ángel Almazán ha recogido todo ese poso –que no cabe en un libro- y lo ha manipulado –como los buenos alfareros de su tierra- hasta conseguir el libro que comentamos. Así podemos saber de judíos y nobles relacionados con Tajueco, del paso de los andariegos Reyes Católicos, del hermoso pinar y la pragmática sanción del emperador Carlos I, de aquello que recogieron los escribanos a la orden de Zenón de Somodevilla para su catastro y tantas cosas más. Lo que se hace ahora y que será la historia del futuro, los sobrecogedores cánticos de la noche de Todos los Santos, por ejemplo. Y las particulares interpretaciones del arte del lugar, tan del gusto de Almazán de Gracia.

Nos interesa en especial el argot alfarero –que pensamos incluir en la addenda de nuestro diccionario- y esas tradiciones que todavía conservan –y si no lo hacen deben volver a ellas de inmediato- como la bendición de niños –algo que hemos encontrado en la comarca catalana del Tarragonés- las albadas y todo eso entrañable que define a una colectividad.

Por último queremos reseñar la inclusión de unas fotos muy interesantes, algunas de las cuales pediremos a Ángel que nos preste para el libro sobre la despoblación, ya en su fase final.