| 
       
      Paseo 
      entre cristales
       El monte de Santana
      vi esta tarde, 
      con sus áridas laderas, 
      llorar, resquebrajarse. 
      Vi el Duero; el
      puente sobre el río, 
      en sus márgenes juncos, 
      y los arcos de San Juan majestuosos, 
      reflejados en sus aguas 
      es un espectáculo casi milagroso. 
      Están tan cerca de
      mí para mirarlos 
      y están tan lejos, 
      que me duele no poder tocarlos. 
      Pasear por los
      caminos y veredas 
      y pasar entre los chopos río abajo. 
      Sentarme entre los riscos blanquecinos 
      y ver tomando el sol a los lagartos. 
      De esta Soria
      espero 
      que me deje enamorarme. 
      Que me deje vivir 
      no sólo respirar. 
      Y me deje también
      equivocarme 
      sólo quiero ser feliz 
      por su veredas una tarde.  | 
    Soñando 
    en las estrellas
       Cada persona es un
      mundo 
      cada mundo es una estrella 
      y cada estrella 
      es una esperanza nueva. 
      Una sonrisa es la
      alegría 
      un suspiro la tristeza, 
      una esperanza me queda 
      una sonrisa me falta 
      para morir en silencio 
      el cuerpo frío 
      y volando el alma. 
      Con la tristeza
      entre nubes 
      con la esperanza robada 
      sin pensar en el amor 
      ni en una mañana clara 
      ni ver el brillo de tus ojos 
      a través del cristal de una ventana. 
      Pero ¡ay! amor de
      perdones 
      y de palabras falladas 
      que ya ni para llorar 
      te pueden salir las lágrimas. 
      Cuando veo la
      sombra 
      no puedo verte la cara 
      ni la figura pequeña 
      tan diminuta y delgada.  |