"Las Solsticiales Fiestas del común de Vecinos de Soria son mucho más de cuanto aquí se ha dicho. Las Fiestas en honor de la Madre de Dios, otrora y durante siglos en advocación de Ntra. Sra. del Mercado que, en opinión de los clásicos sorianos es la misma que la de la Blanca, hoy Patrona de las Fiestas, tienen un vocabulario propio que si bien ayuda a configurar la particular idiosincracia costumbrista-ritual es piedra angular a la hora de celebrar los festejos. Los antañones usos, las tradicionales Costumbres, desde que hay memoria, han permanecido en su filosofía protocolaria - a veces solemne - gracias a un mismo lenguaje unificador en el tiempo, encargado del mantenimiento secular de hacer lo que se debe hacer, de practicar el derecho consuetudinario, sencillamente de continuar haciendo y diciendo lo mismo que se había aprendido de la generación anterior, de los padres ynéstos a su vez de los padres de sus padres...

Es, pues, el lenguaje propio, autóctono, la necesaria correa de transmisión que uniendo lo anterior con lo presente, el pasado con el futuro - siendo incluso permisivo si de variar se tratara las formas de celebración de ciertos Usos festivos que se aclimatan a los tiempos - permite pervivir en su filosofía costumbrista, permanecer en el ritual, en el protocolo más sencillo o en el más solemne y ceremonioso, con sus particulares y singulares palabras que durante siglos han persisitido con la misión de continuar ejerciendo de imprescindible práctica en tantos y tantos hábitos que aquí practicamos cuando llegan los tiempos en que el día es m´s largo y la noche más corta...

A lo largo del centón de términos "sanjuaneros" que se han estudiado con anterioridad, se podrá decir que se han repetido en unos o en otros conceptos, definiciones, opiniones o juicios de valor pero no puede ser de otra forma porque entre todos conforman y configuran el todo festivo, la hillazón que da forma a lo que en Soria conocemos como Usos y Costumbres. No hay exclusividad en tal o cual acto festivo si éste no está acompañado de los aditamiento básicos, pongamos por caso la singularidad de "los agés" o de "las calderas", no se comprendería tales usos por sí solos sin la general filosofía festiva, sin los antecedentes que han propiciado la llegada de "los agés", la celebración de "las calderas". Las Fiestas son en su contenido un microcosmos de individualidades, particular, usos-Costumbres, que por sí solos no tienen más significado que el peculiar pero que en el contexto general adquieren el valor específico representativo del tipismo costumbrista que con especial que con especial acervo practicamos procurando que se cumpla la tradición que, escrita o no, siempre es vigilada por la memoria colectiva de un pueblo orgulloso de su solera histórico-festiva".