El sermón del
cura de Chaorna
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El Motín fue un
periódico fundado, en 1881, por José Nakens Pérez (Sevilla 1841-Madrid
1926) y Juan Vallejo Larrinaga (Soto de Cameros, 1844-Madrid 1892).
Nakens fue un personaje muy interesante, activista republicano, que
dedicó su vida a El Motín, al igual que Juan Vallejo, en varias
ocasiones procesado y quien, al igual que Nakens, trabajó en El Motín
hasta el final de sus días. La trayectoria del periódico finalizó en
noviembre de 1926. Publicó dibujos y caricaturas de Demócrito
(Eduardo Sojo. Madrid 1849-1908). Fue un medio anticlerical, además de
republicano, en el que, en su momento, apoyaron al burgense Manuel Ruiz
Zorrilla.
En el número 10, del año
XLIV, correspondiente al sábado, 5 de marzo de 1924, publica íntegro un
sermón que pronunció el cura de la localidad soriana de Chaorna y que en
su día nos envió nuestro amigo y colaborador Santiago Álvarez Bartolomé,
de Judes. Ignoramos el nombre del sacerdote y el año de la plática.
En El Motín
Plática que el cura de
Chaorna, lugar del Ducado de Medinaceli, predicó a sus feligreses el día
de San Bernardo (20 de agosto), la cual llegada a manos de S.M. por las
del duque (1) sirvió para mandar que se le
diese un beneficio simple al cura, pero a condición de que no predicase
más (2).
(Pulsar
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Vos estis lux; ego sum
pastor bonus.
(Vosotros sois la luz, yo soy el buen pastor)
Hoy, fieles míos,
celebramos la fiesta del señor San Bernardo sin que le sobre ni le falte
día, y hoy lee nuestra madre la Iglesia el Evangelio que está escrito en
la Biblia, aunque no falta quien diga que fue parábola. Esto no lo
entendéis vosotros, pero hasta que sepáis qué es el Evangelio del Buen
Pastor que dice: Parce oves meas
(apacienta mis
ovejas). Y es preciso
mezclar los evangelios y aún podríamos entre nosotros pedir la gracia.
Ave María. Ego sum pastor bonus, vos estis lux, vos estis sal.
(Yo soy el buen pastor, vosotros sois
la luz, vosotros sois la sal).
Creó Dios en el primer día
a nuestro padre Adán para que así viviese el primero: infundióle sueño,
dicen las lecciones del breviario en que yo rezo. Adormivit in domino.
(Dormido el señor)
Atended ahora a un realce
que daré yo al texto. Dormido Adán como os digo, de su costilla (no sé
si de la derecha o de la izquierda, que esto no lo declaran bien los
doctores ni expositores) crió a Eva, la más liviana mujer que hubo en
aquellos tiempos. ¡Oh Santo Dios!, reflexionemos más sobre este punto.
Antes de nacer Eva, era
Adán hermoso, corpulento, fornido, sagaz, bien visto de todo el mundo;
sus vecinos apreciaban mucho sus conversaciones; no habia hombre que no
anduviera con él; los frailes le consultaban; las monjas se subían para
verle a las azoteas; él era en suma como los novicios entre las lechugas
silvestres. ¡Válgame Dios por mozo, que parece que le estoy viendo! Pero
la pícara Eva, gulusmera y amiga de saber y ver, le hizo comer de la
manzana del Paraíso, que en pena de su desobediencia no permitió Dios
que llevase más fruto y les castigó con la maldición.
Pero ¡oh picaronas,
desolladas! (3), que no ignoro cuanto me murmuráis con
mi criada. ¿Pensáis que no sé que me andáis royendo los zancojos,
diciendo que si volvió, que si tornó, que si fue, que si vino, si por
arriba, si por abajo?... Pues considerad que llegará aquel día, Dies
irae Dies illa, (día de la ira)
como dice San Pantaleón, doctor de la Iglesia. Y aún cuando ella
y yo hayamos sido malos, no seremos los primeros en el lugar; y sigo
Hilaria Alonso y la mujer de Juan Gil, digan cómo andan, y digan los
bribones si lo consienten o no. Hablen también la viuda de Huertecillos,
la de Maximino Andrés (que Santa Gloria haya), hable una y otra, y para
no cansar, hablen todos y todas lo que me tienen dicho en casa y en el
confesonario. Y finalmente, diga el señor alcalde, que está presente, lo
que me tiene comunicado y consultado sobre el particular. Pues miráos,
hijos míos, que hay demonios que cargarán con todos vosotros los que me
estáis oyendo. No lo permita el Señor. Vos estis lux vox estis sal.
Ya he probado el primer
punto; paso y voy al segundo, aunque el tratar con vosotros sutilezas y
conceptos es lo mismo que echar margaritas a puercos. Vos estis lux
vox estis sal.
¡Qué gran santo fue San
Bernardo! Fue fraile de la Merced, con su Escapulario, con su hábito
blanco, con su escudo y con su cruz. Hizo muchas penitencias en los
desiertos, dormía sobre la tierra, y comía sólo yerbas del campo, se
daba crueles azotes y terribles puñadas ¡Ojalá os las diéseis vosotros,
bribonazos y bribonazas que me estáis oyendo! Vos estis lux vox estis
sal. Zurrábase la badana de lo
lindo; no como vosotros y vosotras de Chaorna, que hacéis burla y más
burla, zambra y más zambra, sin más honra que la de la Puerta del Sol en
Madrid.
Aquí te quiero, Perico, el de poco
modo; pues decidme. ¿y cómo van taladas vuestras conciencias ante el
acatamiento de nuestros Dios soberano? ¿Cómo han de lucir vuestras luces
delante de los hombres buenos?
Videamus oppera vestra coram hominibus
(veamos nuestra obra antes quer la de otros).
Atended a este coram que
dice el texto, que es un busilis grande y muy oscuro, que sabéis quiere
decir, según la pluma del águila más alta, San Guillermo, que todo lo
que se debe hacer en este mundo ha de ser coram
para el cielo y no coram
para el mundo, coram hominibus
para la tierra en opinión de Pedro Robeno, que es por la figura
análisis. ¿Qué entendéis vosotros, malos cristianos? ¿Y vosotras,
desolladas y configuradas, y más que configuradas?
Coram bovis
y mas coram bovis
y no coram hominibus, set
luciat
lux vestra.
(Alumbre vuestra luz delante de los hombres)
¿Cuándo, decidme, merecéis vosotros y
vosotras de Chaorna tenerme por cura de este lugar? ¿Cuándo habéis oído
decir cosas más bien dichas y más al caso? Pero mirad lo que os digo: es
que si no hay enmienda la sabré yo tomar con un garrote. De
profundis clamavit,
dice a la hoja más abajo de la mitad de la Biblia en que yo rezo, y
quiere decir que de lo profundo clamaba la sangre de Abel, muerto a
manos de un tío suyo llamado Caín; pues así clamarán vuestras
conciencias en el día del juicio, muertas a manos de vuestras
borricadas.
Hombres y mujeres de Chaorna, enmienda;
hombres, enmienda; padres, enmienda; hijos, enmienda; mujeres
desordenadas, enmienda; no más furias, no más risas, no más
disoluciones, no más zurramandainas. ¡Jesús, Jesús, haya paz
et in terra pax hominibus! Mirad
que estas palabras son de pasión en el capítulo 2 ó en el 23 del
Evangelio. Paz os encargo, paz os deseo, paz os prometo.
Pardiez, que bien claro
queda todo; no diréis que tenéis un cura tonto. Otro domingo tomaré otra
idea, pues cuesta los ojos de la cara andar ezgoznando los evangelios.
Dios os asista con su
gracia, prenda segura de la gloria. Amén.
(1)
Luis Jesús Fernández de Córdoba y Salabert, fue
jefe de la Casa de Medinaceli desde su nacimiento (1880, hasta su muerte
en 1956, fue hijo póstumo).
(2)
Por oposición al beneficio curado no tiene por objeto
la cura de almas.
(3)
Coloquialmente y en desuso: descarada, sinvergüenza.
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