Brevísima
historia de la provincia de Soria
La provincia de
Soria, no es muy
antigua, ha sido constantemente remodelada, siendo la última y la más
importante por sus nefastas consecuencias, la de Javier de Burgos del año
1833.
Para poder estudiar la genealogía/heráldica de un lugar en concreto, se
ha de tener en cuenta la evolución histórica de ese lugar, y más aún,
sus límites geográficos, ya que estos, en muchos casos, influyen en las
migraciones de las personas, aunque como veremos a lo largo de este breve
ensayo, las personas, en algunos casos, cruzaron los límites provinciales
si repercusión alguna más que para su propio beneficio.
Para la provincia de Soria, la evolución histórica ha sido muy compleja,
y a la par muy rica culturalmente. En ningún período histórico ha
estado despoblada, es más, siempre ha sido de las más pobladas (hasta la
citada fecha de 1833).
Los Celtíberos pasaron a la historia como heroicos defensores de sus
libertades frente a un enemigo insaciable de territorios a anexionar. Ya
con ellos se había establecido el hábito de escribir, aunque no contamos
con censos o archivos parroquiales para saber de sus genealogías.
¡Seguro que algo de celtíberos tenemos todos! Luego, los romanos, tan
cultos, que dejaron bastantes huellas arqueológicas en nuestro
territorio. Los visigodos, sus fieles sucesores, que empiezan ahora a ser
conocidos, tuvieron su primer núcleo poblacional, entre otras provincias
cercanas, a la de Soria.
Los árabes permitieron que las personas se convirtieran al Islam, o que
permanecieran en sus lugares con el Cristianismo a cambio de un impuesto.
Es durante esta época de dominio musulmán, en el que nuestra provincia
se convierte de nuevo en protagonista principal de la historia, ya que el
más conocido guerrero musulmán, Almanzor, tenía su sede en Soria, en el
lugar de Medinaceli; y los lugares de la ribera del Duero soriano, pasaban
constantemente de manos musulmanas a cristianas, y viceversa.
Tras la definitiva conquista cristiana del actual territorio soriano, vino
la repoblación con gentes venidas de diversos lugares. Las comarcas más
norteñas lo fueron por los cercanos vascos; el este y el sur, por los
aragoneses del rey Alfonso I de Aragón, como esposo de la reina Urraca de
Castilla; y el oeste, por gentes castellanas.
Como consecuencia de la repoblación aragonesa, se puede destacar la
pertenencia de las comarcas del sur a la diócesis eclesiástica de
Sigüenza-Guadalajara hasta el año 1955. Además, en un principio de la
época bajomedieval, y casi si cambios hasta 1833, la mitad de las
actuales provincias de Guadalajara (señorío de Molina) y de La Rioja
(Cameros), pertenecían a la provincia de Soria, igual que algunos pueblos
limítrofes de la provincia de Burgos, que pasaron a ésta. En cambio,
algunos pueblos de la comarca segoviana de Ayllón, pasaron a pertenecer a
Soria.
Como se puede intuir, estos cambios tuvieron influencia sobretodo en los
lugares limítrofes, ya que de pertenecer a una provincia y mantener
relaciones migratorias con los lugares cercanos de su provincia, pasaron
de depender de otra provincia limítrofe y a establecer nuevas relaciones
migratorias con los lugares cercanos, pero esta vez de la nueva provincia,
lo cual no quiere decir que no mantuvieran dichas relacionas migratorias
antes del cambio provincial, sobretodo si la orografía lo permitía.
©
Javier
Mozas Hernando
Genealogía y Heráldica soriana
|