Notas de Prensa
Los efectos de la
despoblación se agudizan: el 70% de los municipios pierde habitantes
Sólo 31 de los 183
municipios resisten a esta tendencia y aumentan su censo.
Mientras se ponen sobre la
mesa propuestas de solución y todos los agentes implicados presumen
de buenas intenciones y apelan al recurrente consenso como arma, la
provincia de Soria sigue perdiendo habitantes a un ritmo desolador.
En picado. La despoblación, debate habitual y fenómeno en boca de
todos, continúa causando estragos en la provincia menos poblada de
España, que va camino ya de situarse peligrosamente por
debajo de la barrera simbólica de los 90.000 residentes.
Los registros definitivos
del padrón continuo reflejan que a 1 de enero de 2015 en la
provincia residían 91.006 personas, frente a las 92.221
contabilizadas un año atrás, según informa el Instituto Nacional de
Estadística (INE). Una pérdida de 1.215 personas en 12
meses. Más de 100 cada mes. Cada día de 2014 disminuyó la
población de Soria en 3,3 personas.
No resulta menos desastroso
el análisis individual de los 183 municipios. El 70%
perdieron población durante el ejercicio estudiado.
Concretamente 129. Sólo 31 localidades lograron aumentar vecinos en
2014, el 17%. Y los 23 restantes (13%) no experimentaron ninguna
alteración. En términos generales, los que ganan vecinos son pueblos
de tamaño medio con un aumento inferior al 10%. En varios casos el
incremento se limita a una, dos o tres personas.
Únicamente tres de
las principales localidades sorianas agregaron individuos a
su censo. Se trata de San Esteban de Gormaz (ganó tres y se
establece en 3.070), Garray (cuatro más y un total de 702) y Golmayo,
que a diferencia del resto sí traza un aumento destacado del 4% al
incrementar en casi 100 personas su población. Tenía 2.391 al
comienzo de 2014 y 2.489 en los primeros compases de 2015.
Los que mantienen su número
de vecinos son en términos generales pueblos de menos de 100
residentes, con las dos solitarias excepciones de Espeja de San
Marcelino (173) y Retortillo de Soria (182), según el INE.
Por su parte, todos los
principales núcleos de población de la provincia sufrieron la marcha
de vecinos en 2014. En el caso de la capital, perdió 348 habitantes,
el 0,90%, quedándose nuevamente por debajo de los 40.000, barrera
que sí superó tres años atrás. El último dato oficial rebaja el
padrón a 39.168 personas.
Almazán vuelve a
ser la segunda localidad más poblada con 5.734 tras perder
una decena de censados en un año. En El Burgo de Osma se perdió el
1,7% de los residentes al pasar de 5.153 a 5.066 personas. Con todo,
los tres principales municipios de la provincia suman 49.968
vecinos, el 55% de la población total. Los otros 180 municipios
engloban a poco más de 41.000 residentes.
Por otro lado,
Ólvega pierde 99 personas (3.715), Ágreda 31 (3.053), Arcos
46 (1.661), San Leonardo 55 (2.164) y Duruelo 50 (1.175).
Esteban Sanz, Enero 2016
heraldodesoria.es
La población de la
provincia crece en un 3% entre 2000 y 2007
El incremento se ha
experimentado en la comarca de la capital (12,6%), mientras que en
el resto se han perdido habitantes HERALDO. Soria | Un 77,6% de los
municipios de Castilla y León y 40 de las 59 comarcas agrarias han
perdido población entre los años 2000 y 2007, pese al crecimiento
demográfico global de la Comunidad del 2% en este periodo, según se
desprende del estudio "La evolución de la población de Castilla y
León desde los inicios del siglo XXI" confeccionado por el
Observatorio Social de Castilla y León de la Universidad de
Salamanca. El informe revela también que la población crecido en
todas las capitales de provincia salvo Valladolid, León y Salamanca.
En el caso de Soria, el crecimiento total ha sido más tenue (3%),
teniendo en cuenta que el crecimiento vegetativo ha sido de un -3,1%
(2.793 habitantes de diferencia entre nacimientos y defunciones) y
el saldo migratorio ha sido positivo, un 6% (5.475).
El balance demográfico
de las 59 comarcas agrarias de Castilla y León fue positivo en 19 de
ellas y negativo en las 40 restantes. Así, las comarcas agrarias con
mayor crecimiento total de la población fueron Segovia (14,4), Soria
(12,6), Arlanzón en Burgos (8,9) y Valle Bajo Alberche en Ávila
(8,7). En cuanto al resto de comarcas agrarias de la provincia, la
de Pinares registró un crecimiento negativo de -1,4%, al igual que
Tierras Altas y El Valle (-2,4), Arcos de Jalón (-3,9%), El Burgo de
Osma (-4,3%), Almazán (-4,5%) y Campo de Gómara (-6,8%).
El retroceso vegetativo
fue la nota dominante en 55 comarcas agrarias, frente al crecimiento
positivo de cuatro. Concretamente en Segovia (0,8), el centro de
Valladolid (0,7), Arlanzón (0,4) y Soria (0,3%).
El crecimiento
vegetativo en el resto de las comarcas sorianas fue negativo:
Pinares (-2,8%), Almazán (-4,8%), El Burgo de Osma (-5%), Campo de
Gómara (-5,5%), Tierras Altas y El Valle (-10,4%) y Arcos de Jalón
(-12,6).
De las 55 comarcas
agrarias de la región, 33 contabilizaron más entradas que salidas de
habitantes, frente a las 26 restantes en las que la emigración fue
la nota dominante. Las que mayor saldo migratorio registraron
Segovia (13,6%), Soria (12,3%) y las abulenses valle Bajo Alberche
(11,4) y valle del Tiétar (10,2%).
Asimismo, el saldo
migratorio en el resto de las comarcas agrarias de la provincia de
Soria, en Arcos de Jalón fue de un 86%, en Tierras Altas y El Valle
de un 8%, en Pinares de un 1,6%, en El Burgo de Osma de un 0,7%, en
Almazán en un 0,3% y en Campo de Gómara el saldo fue negativo, de un
-1,3%.
Entre las conclusiones
del estudio también cabe destacar que el crecimiento de la población
ha sido más elevado sobre todo en los municipios periurbanos, en el
caso de Soria en un 55,9%.
heraldodesoria.es
19-2-2008
(enviado por María José Alonso)
CIFRAS
SOBRE POBLACION
La provincia gana 703
habitantes y su población se sitúa en 93.503 vecinos
Desde el año 2004 Soria
está creciendo en habitantes, una tendencia que se mantiene, como
indican los últimos datos de población publicados por el
Instituto Nacional de Estadística (INE) referidos al 1 de
enero de 2006. Estos hablan de que Soria
tiene 804 vecinos más y se sitúa en 93.503, de los que el grueso
pertenecen la capital, con un incremento de 703 personas, así
que ahora tiene 38.004.
Todos los pueblos con
más de 1.000 habitantes han ganado población, a excepción de Ágreda,
Arcos de Jalón y El Burgo de Osma que han
visto reducido el número de vecinos pero de forma muy leve (ocho,
cuatro y trece personas menos,
respectivamente) y Almazán que mantienen inalterables sus 5.727
habitantes.
El crecimiento en los
pueblos más grandes no es nada desdeñable. Encabeza la lista con
mayor incremento de población Golmayo, que gracias sobre todo a
las urbanizaciones Las Camaretas y La Toba, tiene 125 vecinos
más en su censo; le sigue Ólvega con un
aumento en su padrón de 115 personas debido al
incremento de puestos de trabajo en la industria y a al gran
número de viviendas construidas; San Esteban de Gormaz es el
siguiente en la lista con 105 vecinos más.
No obstante, un
crecimiento tan notable es la excepción, porque de los 184
municipios que tiene la provincia de Soria tan sólo 43 han
incrementado sus habitantes. El resto es un
constante goteo de personas que van borrándose
del censo de los pequeños pueblos. No son cifras grandes,
sino que de un año a otro hay una, cuatro o
siete personas menos, pero globalmente suponen un descenso
importante de 101.
Estas cifras dejan a
Soria como la provincia más pequeña de España. Le sigue Teruel, con
141.091, aunque la capital turolense tiene menos población:
33.673.
heraldodesoria.es
2007
(enviado por María José Alonso)
LA
SITUACIÓN DEMOGRÁFICA ES INQUIETANTE EN LA PROVINCIA DE SORIA
El
subdelegado del Gobierno, Germán Andrés, considera que el descenso
de la población, la concentración y el envejecimiento “presentan un
panorama inquietante de la provincia” pese a la llegada de 5.500
extranjeros en el último decenio.
24.000 de los 92.000 sorianos, el 26 por ciento de la población,
tienen más de 65 años. Las mujeres mayores de 80 años casi duplican
a los hombres.
La
concentración de la población en la capital y en algunas cabeceras
de comarca hace que la zona rural se mueva en parámetros de desierto
demográfico. El 40 por ciento de la población está empadronada en la
capital y el 70 por ciento, en los diez principales núcleos de
población
El
subdelegado del Gobierno en Soria, Germán Andrés, ha presentado en
rueda de prensa un estudio demográfico que había encargado a la
delegación provincial del Instituto Nacional de Estadística y que
“confirma de forma inequívoca y desgarradora que nos movemos en unos
parámetros muy preocupantes puesto que el descenso de la población,
a duras penas mantenida por la llegada de emigrantes, la
concentración en muy pocos núcleos y el envejecimiento son la tónica
dominante”.
El
subdelegado del Gobierno ha señalado que “el diagnóstico que realiza
el Plan de Acción Específico para Soria (PAES) en su preámbulo es
certero a más no poder y que se hace imprescindible que todos, no
solo las instituciones, sino desde todos los sectores de la sociedad
soriana, se actúe para intentar dar la vuelta a estas inequívocas
cifras y a estos alarmantes porcentajes”.
Germán Andrés ha valorado los planteamientos del PAES de este
Gobierno como “capaces de favorecer la vertebración del territorio,
de compensar desigualdades y de potenciar el desarrollo de esta zona
menos favorecida”. El subdelegado del Gobierno ha reconocido que “no
creo aportar nada que no se supiera de antemano con estos datos,
pero sí que nos van a permitir acentuar la situación y quitar todos
los paños calientes que se hayan podido poner sobre el verdadero
problema de esta provincia, el demográfico”.
DATOS DEL PADRÓN
Los
datos ofrecidos por el subdelegado están extraídos del padrón
municipal. “Por lo tanto”, ha dicho Germán Andrés, “están sujetos a
matizaciones o correcciones derivadas del hecho de que hay personas
que residen habitualmente en un lugar pero están empadronadas en
otro”. El Padrón municipal es el registro administrativo donde
constan los vecinos de un municipio. Sus datos constituyen la prueba
de residencia en el municipio y del domicilio habitual en el mismo.
Toda persona que resida en España está obligado a inscribirse en el
Padrón del municipio que reside habitualmente. Las cifras oficiales
de población resultan de la suma de las cifras del Padrón de cada
uno de los municipios españoles.
La
formación, mantenimiento, revisión y custodia del Padrón corresponde
a los respectivos ayuntamientos. De su actualización se obtienen las
cifras oficiales de población con referencia al 1 de enero de cada
año, que son aprobadas por el Gobierno a propuesta del INE, tras el
informe favorable del Consejo de Empadronamiento.
Los
ayuntamientos españoles envían la información de sus respectivos
padrones municipales al INE, que es el organismo encargado de llevar
a cabo su coordinación. Estas cifras permiten elevar al Gobierno la
propuesta de cifras oficiales de población. Las variables básicas
que se explotan del Padrón Municipal son el lugar de residencia,
sexo, edad, lugar de nacimiento y nacionalidad.
Según ha explicado el delegado del INE en Soria, Valentín Martínez,
“entre 1900 y 1991 se difundían datos de población de hecho
procedentes de los censos y con una periodicidad decenal. Entre 1986
y 1995 los datos de población corresponden a población de derecho,
son anuales y proceden de las renovaciones (1986 y 1991) y
rectificaciones padronales realizadas antes de la reforma
legislativa de 1996. En 1996 se establece un sistema de gestión
continua e informatizada de los Padrones municipales, basado en la
coordinación de todos ellos por parte del INE. El 1 de enero de 1998
se lleva a cabo la primera actualización de datos del Padrón de
acuerdo al nuevo sistema. A partir de ese momento se obtienen cifras
oficiales de población con carácter anual”.
El
Padrón Municipal es un registro administrativo cuya formación y
mantenimiento corresponde a cada uno de los ayuntamientos. Su
finalidad es acreditar qué personas residen habitualmente en un
municipio y su domicilio en el mismo. Su contenido está determinado
por Ley y sus datos proceden de ficheros administrativos que se
actualizan de forma continua con las solicitudes de alta de los
propios ciudadanos (que dan lugar a la baja en el municipio de
procedencia) y de los cambios de domicilio y datos personales. Los
datos también se actualizan con información procedente de otras
fuentes administrativas (nacimientos y defunciones inscritos en los
Registros Civiles).
La
suma de estos datos, coordinados por el INE para evitar duplicidades
de inscripción, da como resultado las cifras de población que,
mediante Real Decreto, son declaradas oficiales. El periodo de
referencia de los datos es el 1 de enero de cada año.
“No
hay que confundirlo”, ha matizado el delegado de Estadística, “con
el Censo de Población que se realiza cada 10 años mediante
cuestionarios exhaustivos al conjunto de la población. Las cifras de
los censos tienen una consideración meramente estadística, es decir,
no son cifras oficiales de población y están amparadas por el
secreto estadístico. Con la explotación de los datos del Censo se
conocen en profundidad las características sociales y demográficas
de la población”.
DESPOBLACIÓN
Soria es la provincia menos poblada de España, 92.773 habitantes,
según el padrón municipal de 2005. “Esta cifra, además”, ha dicho el
subdelegado, “esta ‘corregida’ por la llegada de inmigrantes puesto
que en los últimos nueve años, la población autóctona ha descendido
en 5.742 habitantes mientras que los emigrantes han aumentado en
5.667, según el padrón municipal. Si no se hubiera producido esa
llegada de ciudadanos extranjeros, la provincia tendría ahora mismo
86.891 habitantes. Por lo tanto, la primera conclusión es que si la
población se mantiene es gracias al aporte demográfico de los
extranjeros”.
Germán Andrés ha destacado en este punto que “los comportamientos de
estos cerca de 6.000 extranjeros son muy similares a los de los
sorianos, algo que indica integración. En materia de seguridad
ciudadana, las denuncias, los delitos, las detenciones de
extranjeros indican que no es un colectivo ni mucho menos
conflictivo. Las excepciones son proporcionalmente las mismas que
puede haber en el colectivo de nacionales”.
El
subdelegado ha señalado también que “otra muestra de integración, de
que estos extranjeros han venido a Soria a trabajar y a mejorar las
condiciones de vida que les ofrecían sus países de origen, es que,
como hemos repetido en otras ocasiones, más de la mitad están
inscritos en algunos de los regímenes de la Seguridad Social. Puede
decirse que la economía soriana se ve decisivamente apuntalada por
la colaboración de estos ciudadanos”.
ENVEJECIMIENTO
El
subdelegado del Gobierno ha destacado como segunda conclusión
importante que la población soriana está muy envejecida: “Es una
apreciación que también es de dominio público pero que, con los
datos en la mano, incluso se queda corta. 24.147 empadronados en
Soria tienen más de 65 años. Esto supone el 26 por ciento de la
población”.
Tanto el delegado del INE como el subdelegado han destacado que el
mayor número de habitantes por edad es el situado entre los 40 y 44
años. Hay un total de 7.231 empadronados entre estas edades. “Se
debe”, según Valentín Martínez, “al ‘baby boom’ de los años 60, un
fenómeno generalizado en toda España”.
Otro dato curioso es que el número de hombres supera al de mujeres
justo hasta los 65 años, momento en el que la tendencia se invierte.
“Las mujeres viven más años que los hombres”, ha señalado Germán
Andrés, “como indica que hay el doble de mujeres de más de 85 años,
2.566, que de hombres, 1.267, cuando de 40 años hay 600 hombres más
que mujeres”.
CONCENTRACIÓN DE LA POBLACIÓN
Soria tiene una extensión de algo más de 10.000 kilómetros cuadrados
lo que hace que la densidad de población sea de las más bajas de la
Unión Europea. “Podemos hablar claramente de desierto demográfico en
la práctica totalidad de las zonas rurales”, ha señalado el
subdelegado del Gobierno. La media de Soria es de 9 habitantes por
kilómetro cuadrado, un índice muy alejado de los valores medios de
España, 83, 6 habitantes por kilómetro cuadrado y de la Unión
Europea, 116 habitantes por kilómetro cuadrado.
De
las nueve comarcas agrarias en las que está dividida la provincia,
solo tres superan los 10 habitantes por kilómetro cuadrado: La
meseta soriana (22,4), la Comarca de Pinares (12,7) y el Somontano
Soriano del Moncayo (11,3).
“Otras tres”, ha dicho Germán Andrés en referencia a Tierras Altas
(2,3 h/km2), Campo de Gómara (2,7) y Valle del Jalón (3,5), “son el
paradigma de desierto demográfico mesetario. Si preocupa mucho su
actual situación, más nos debiera preocupar todavía su evolución
puesto que han perdido dos terceras partes de su población en medio
siglo y la tendencia no se ha frenado puesto que el envejecimiento
es allí todavía más acuciante y, además, son zonas en las que no se
asienta la población extranjera. Los inmigrantes prefieren, sobre
todo la capital y si no, los pueblos más habitados. Es perfectamente
lógico puesto que es allí donde hay más posibilidades de trabajo”.
Las
otras tres comarcas agrarias, El Valle (3,8 h/km2), Tierra de
Almazán 5,6 h/km2) y Tierra de El Burgo (5,9 h/km2) presentan, en
palabras del subdelegado, “una tendencia similar a las anteriores
pero con más posibilidades de reversión porque la población se ha
sujetado algo más en la zona gracias al efecto del turismo rural en
el caso de El Valle y de la existencia de núcleos de población que
han conseguido concentrar habitantes. Son Almazán y El Burgo de
Osma, las dos principales localidades en número de habitantes, y, en
menor medida, San Esteban de Gormaz,”.
Las
cifras vuelven a corroborar el efecto de la concentración y de la
despoblación de los pequeños pueblos: El 40 por ciento de los
habitantes de Soria viven, según el padrón, en la capital. El 70 por
ciento, residen en uno de los núcleos de población más habitados.
Son, por este orden, Soria (37.200), Almazán (5.727), El Burgo de
Osma (5.068), Ólvega (3.369), Ágreda (3.216), San Esteban de Gormaz
(3.158), San Leonardo de Yagüe (2.300), Covaleda (2.020), Arcos de
Jalón (1.871) y Golmayo (1.402). De los 183 municipios, un centenar
cuenta con menos de 100 habitantes.
EMIGRACIÓN SORIANA
Soria ha perdido más del 40% de su población en los últimos 50 años.
“¿Dónde han ido todos estos sorianos nacidos aquí y que todavía
están vivos?”, se ha preguntado Germán Andrés. El estudio elaborado
por la delegación soriana del INE responde claramente a esta
pregunta: “Hay 160.824 personas nacidas en Soria repartidas por toda
la geografía nacional. De este total, 72.174, el 45 por ciento,
sigue residiendo aquí. Pero el 55 por ciento, 88.650, ha emigrado”.
Un
14 por ciento, 22.728, están actualmente empadronados en Madrid. Un
11,6 por ciento, 18.604, han fijado su residencia en Cataluña. Un 11
por ciento residen en Aragón,17.739. Un 3,6 por ciento, vive en el
País Vasco, 5.779. Germán Andrés ha resaltado que los sorianos no
han elegido su comunidad autónoma para emigrar puesto que solo el
3,2 por ciento,5.087, viven en otras provincias castellanoleonesas.
Por
el contrario, los castellanoleoneses sí son, después de los
extranjeros, el mayor número de los empadronados en Soria. Hay
3.822. “Será, hay que suponer”, ha dicho Germán Andrés, “fruto de la
movilidad de los funcionarios dentro de la comunidad autónoma”.
De
los 92.773 empadronados en Soria, 72.174, son nacidos en la
provincia. Del 22,2 por ciento restante, el 6,3 por ciento son
extranjeros, el 4,1 por ciento son castellanoleoneses, el 2,3 por
ciento son aragoneses y el 2,2 por ciento son madrileños.
soriaymas.com
POBLACIÓN
Soria únicamente ha
perdido
Sólo 20 municipios de
la sorianos han conseguido ganar población en los diez últimos años
y únicamente dos han podido mantenerla intacta, toda una proeza en
los tiempos que corren y cuando Soria es una de las grandes
exportadoras de habitantes al resto de España. Por contra, el resto
de los 196 municipios que conforman el mapa provincial han perdido
vecinos desde el año 96.
Lo interesante es que
de 1996 a 2005 toda la provincia de Soria sólo ha perdido 75
habitantes, lo que confirma que la capital está creciendo a costa de
los pueblos.
Ni los planes
elaborados por el Patronato de Desarrollo Integral o las
asociaciones de desarrollo rural, ni el turismo rural que despuntó
con fuerza hace unos años, ni la inmigración, han podido insuflarle
una pizca de aires renovados a la mayor parte de los pueblos
sorianos.
No es de extrañar, ya
que el 40% de la población soriana vive en la ciudad. En toda Soria
habitan 92.773 personas, de ellas 37.200 viven en la capital,
mientras que la provincia sólo reúne a 55.573 habitantes repartidos
en más de 500 municipios.
Pero la capital no es,
a fin de cuentas, la única que está creciendo en la provincia.
Felizmente aún hay varios municipios que incrementan sus habitantes.
heraldodesoria.es
(enviados por María José Alonso)
DEMOGRAFÍA
175
pueblos deberán borrar del padrón a los no residentes
175 ayuntamientos de
Soria deberán retirar de su padrón municipal a los vecinos que no
residan habitualmente en la localidad. Tras su aparición en el
Boletín Oficial del Estado, el pasado nueve de marzo entró en vigor
una disposición general con la que el Gobierno pretende clarificar
la "realidad" de cada municipio de menos de 2.000 habitantes. El
propósito de la ley consiste en dotar de transparencia los procesos
electorales en los pueblos pequeños en aras a evitar movimientos
voluminosos de personas que se empadronan fraudulentamente en un
lugar con el fin de decantar el signo de la alcaldía. Pero la
trascendencia de la medida sobrepasa la esfera de una simple cita
electoral.
Ayer, la Oficina del
Censo Electoral (OCE) de Soria comenzó a enviar a los municipios
sorianos con menos de 2.000 habitantes las listas de electores
-según el censo último de diciembre de 2005- para su difusión
pública en el tablón de anuncios del ayuntamiento. Este
procedimiento se llevará a cabo mensualmente. Después de este paso,
los ayuntamientos (y ciudadanos particulares) pueden presentar una
reclamación en las delegación provincial de la OCE si detectan
alguna irregularidad. La OCE puede actuar en su defecto, de oficio,
instando a los ayuntamientos a que verifiquen si las altas en el
padrón municipal que se vayan produciendo, y que luego se ven
reflejadas en las listas electorales, se corresponden con personas
que se han mudado a vivir de manera permanente a la localidad. "No
es suficiente la mera aportación del certificado de
empadronamiento", se puede leer en la disposición legal.
El ayuntamiento
notificará a las personas cuya residencia sea irregular la
obligación de inscribirse en el padrón del municipio en el que viven
habitualmente. Esta falta es considerada una infracción electoral,
sancionable con una multa de entre 30 y 600 euros. A continuación,
el Consistorio "deberá iniciar de inmediato un expediente de baja de
oficio por inclusión indebida".
El seguimiento decidido
por el Ejecutivo sobre los municipios de tamaño reducido se hace
extensible a los municipios con densidades poblacionales superiores
a 2.000 habitantes si se comprueban "variaciones especialmente
significativas [en el padrón] a juicio de la OCE".
Con poco más de un mes
de período de funcionamiento de la norma, la oficina provincial no
ha recibido reclamación alguna en este campo. Tampoco se ha iniciado
una investigación desde el organismo oficial. Raúl Grande, jefe de
sección del Censo Electoral, dirige el foco de atención sobre la
cuestión básica: ¿Cómo se dictamina si una persona vive o no vive en
un determinado lugar "la mayor parte del año"? "Puedes guiarte por
facturas como la del consumo de electricidad o del agua para saber
si una casa está habitada, o que el alcalde, acompañado de agentes
de los cuerpos de seguridad, visite periódicamente una casa para
conocer si hay gente en ella", asegura, para añadir que el proceso
se ha de efectuar con todas las "garantías legales" para
salvaguardar los derechos de cada vecino.
Con anterioridad a esta
iniciativa legal, el Real Decreto 2612/1996 de 20 de diciembre ya
establecía que "toda persona que viva en España está obligada a
inscribirse en el padrón del municipio en el que resida
habitualmente. Quien viva en varios municipios deberá inscribirse
únicamente en el que habite durante más tiempo".
El romanticismo
Sin embargo, las
particularidades de Soria imponen un atenuante emotivo especial. La
despoblación que violenta la demografía de muchos municipios de la
provincia conduce a un buen número de naturales de estos a conservar
su empadronamiento en tales lugares aunque ya no habiten ahí. Grande
apela al condicionante "romántico". "A la gente le gusta ver que
haya personas en el censo de los pueblos, otra cosa es empadronarse
expresamente para ganar una alcaldía", destaca Grande.
La motivación de la
norma se dirige a este último punto. En el prólogo de intenciones de
la disposición general se hace alusión a la experiencia de lo
acontecido en las elecciones municipales de 1999 y de 2003, "en las
que se produjeron numerosos casos de empadronamientos sospechosos de
no corresponder a situaciones reales de residencia habitual de los
vecinos". Soria no ha estado excluida de conflictos de índole
electoral relativos a disputas sobre la validez del censo electoral.
Caracena registró en el sufragio municipal de 2003 una demanda por
tal contingencia. Aldehuela de Periáñez y Trébago han tenido sucesos
con parecidos condicionantes.
Víctor M. Sánchez
heraldodesoria.es
(enviado por
Maria Gómez
http://www.cubodelasolana.com) |