Los
señores que promueven o gestionan las páginas web, se llaman webmasters,
que es término que no me entra, por lo que me gustaría que alguien
proponga alguna denominación certera en castellano y sin recurrir al
anglicismo de marras. Pero con independencia de rechazos fónicos, y sin
irnos por las ramas, lo que viene a cuento es que hay muchos
protagonistas sorianos que se aplican en la dedicación de contar lo que
pasa en sus
pueblos, y hablan de su gente, de la que sigue y de la que
viene en los veranos, y mantienen, a base de dedicación y afición, sus
particulares páginas que llegan a cualquier lugar en el que esté
conectado un internauta interesado. De vez en cuando, me he ido
acercando a esas ventanas que siempre tienen su punto de mira en las
cosas de Soria.
Y uno, tras encender el ordenador, puede ir recorriendo
pueblos, contrastando fotos de gentes o paisajes, y tomando nota de
costumbres, rutas o recetas de mostillo, ingestas de calderetas, guisos
con congrio, fiestas y vaquillas, memoria, lamentos o añoranzas, y a
veces también reivindicación. Después
de tantos viajes sin
desplazamiento, solo cabe reconocer tareas inmensas como la que desde
hace muchos años sostiene Maria Luisa Goig, desde Barcelona, o Juan
Pablo en su página de San Esteban. Y llega la constatación de que,
además de surgir otros websites de pueblos más grandes, con el toque
comercial y la confección de expertos,
van multiplicándose los
aficionados que van “a su bola” y que nos llevan por el románico
soriano, por las rutas micológicas de nuestros pinares, o nos
suministran las últimas novedades de Arenillas, o de Trébago, y así nos
enteramos que en esta localidad han montado una Casa de Turismo Rural y
que ya tienen nuevo operario de servicios múltiples, o sea un todo
terreno que atiende a las cosas del común.
Y no cabría la lista de
pueblos: Atauta, Acrijos, Barca, Bordecorex, Fuentearmegil, Ontalvilla,
Judes, Monteagudo, Barahona... Precisamente, esta página particular
centrada en el pueblo de las brujas, que en su día inició Jaime Mas, un
estudiante madrileño con orígenes en el lugar, y a la que después ha
sumado
participación Ángel García Casado, experto en telecomunicación y
empleado en Telefónica, y que trata de remover las problemáticas de la
zona y difundir las grandes y pequeñas noticias de lo que por allá
acontece, no siempre al gusto de todos, pero eso es cuota y servidumbre
para cualquiera que intente moverse en nuestra tierra.
Con
perfiles parecidos va saliendo el común denominador de quienes están
detrás de estos personalísimos medios de difusión y comunicación con
proyección microhistórica, y según voy conociendo personalmente a alguno
de sus protagonistas, cotejo coincidencias: la mayoría son sorianos
ausentes y residentes en grandes ciudades, todos están llenos de amor a
su tierra, que a
veces es la de sus padres, y asumen las carencias e
incomprensiones de su labor. Ante todo, tienen vocación de
independencia, y saben que es bueno propagar datos, fotos y sucesos, o
contar de alguna boda y lamentablemente más de entierros, o de quien ha
tenido un accidente al chocar con un corzo en la carretera, o cómo ha
ido la cosecha, o si han traído buena orquesta en las fiestas de este
año. También nos dan la noticia de cuando se cierra una escuela, o
exhuman fotos de los abuelos, o propagan que en el término se ve mal la
televisión o que no hay cobertura del móvil...
De estas y de otras
tantas posibilidades de acciones en común, de las ventajas que podía
comportar el uso de internet en el medio rural, comentábamos en un día
de esos de vacaciones, en el magnífico telecentro y bar que han
conseguido instalar en la localidad de Villasayas, y Ángel hablaba con
José Antonio, que es informático, y después aparecía Víctor Pastor, que
también es teleco, aunque en los fines de semana se escape
de la
ciudad y se monte en el tractor, y entre tiento y tiento a la botella,
nos surgió la idea de provocar una junta o concejo entre webmasters
sorianos, de esos que van a su paso, o en todo caso al amparo de una
Asociación de amigos del pueblo, y que en el posible Encuentro soltasen
todos su traca de ideas para buscar afinidades o para coordinar líneas
de actuación, que sería bueno reseñar problemas y carencias.
Gustó la
idea, y a partir de ahí los técnicos empezaron a discutir sobre redes y
fórmulas de albergar a pueblos que no tengan web, y cuanto sirva para
generar vínculos de conocimiento entre gentes, negocios, servicios y
buen rollo entre pueblos, amén de foros y avisos que desde las nuevas
tecnologías convoquen para causas colectivas a los sorianos presentes y
ausentes.
En
esas, el señor alcalde de Villasayas, que es Miguel Contreras,
veinteañero y electricista, dijo, sin dudarlo, que Villasayas ofrecía
sus salones y la hospitalidad de su pueblo para un posible Primer
Encuentro Provincial de webmaster sorianos, o como se quisiera llamar,
y que respecto a las cosas de intendencia y viandas no había que
preocuparse, que Villasayas estaba por el progreso.
Y
si las cosas no se tuercen, y la historia no queda en simple
conversación animada a la caída de una tarde de verano, será en
Villasayas, que es pueblo acogedor y hospitalario, con una magnífica y
desconocida iglesia del románico porticado y a cuya localidad se llega
desde la renovada carretera que sale de Almazán, y que
cuentan con unas
instalaciones modélicas y recién estrenadas donde los promotores de
páginas web, o sea los webmasters, podrán comentar sus enfoques,
analizar sus problemas, dudas técnicas, coincidencias, y otras
soluciones desde el prisma de la sociedad civil con el fin de que la
suma de sus afanes pueda derivar en iniciativas para romper la calma
chicha de la provincia de Soria.
(publicado en DIARIO SORIA)
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