 
Mario San Miguel y el Centro Soriano de
Zaragoza

Hace más de medio siglo, concretamente en el
año 1956, que se fundó el Centro Soriano de Zaragoza. Ello nos da idea del
elevado número de sorianos que ya por aquellas fechas residían en la capital
aragonesa, es decir, que se habían visto obligados a emigrar.
Desde siempre ha existido un hermanamiento
natural entre Soria y Zaragoza, más incluso que entre otras capitales
castellanas. Las facultades universitarias de la capital de Aragón han
acogido a miles de estudiantes sorianos, y otro tanto puede decirse de los
centros sanitarios.
Históricamente, parte de ambas provincias han
estado en uno u otro reino, aragonés o castellano, según los pactos, paces y
bodas que los distintos monarcas afianzaban o pactaban. Esa interacción se
ve en la actualidad reflejada en una amplia zona soriana, llamada rayana,
tanto en el acento al hablar, como en las palabras, en las costumbres y en
la gastronomía.
Por ello no resulta extraño que hace 56 años
sorianos liderados por el rayano Moisés Calvo, crearan un lugar donde poder
reunirse los paisanos que buscaron una vida mejor en la capital maña. No es
la única casa regional soriana, la principales ciudades españolas: Madrid,
Barcelona, Sevilla y Bilbao (creo que alguna más), y Buenos Aires, en
Argentina, crearon unos centros donde acompañar la nostalgia de unos con la
de los otros.

Recientemente se ha cerrado una nueva etapa
del Centro zaragozano. Mario San Miguel Amo tendría poco más de dieciocho
años, en todo caso alrededor de los veinte, cuando sucedió a Pedro Ramos en
la dirección del Centro, que por entonces se ubicaba en la calle de las
Vírgenes. Ahora, quince años después, y en vista de los resultados, se puede
afirmar sin lugar a dudas, que la elección fue un gran acierto.
Podría pensarse que Mario es amigo mío y ya
se sabe, con los amigos a muerte. Pero lo conseguido a lo largo de estos
quince años viene a poner de manifiesto que estas líneas no son sólo de
amistad, que también. Tuve el placer de colaborar con él en la SER durante
algunos años, en unos programas de fin de semana, y sé que es un gran
trabajador y un ser humano excepcional, muy exigente con él mismo, y poco
con los amigos, a quienes da pero no pide.

Ya en el año 1999, Mario San Miguel recibió
el premio que cada año concede la Casa de Soria de Madrid de “Soriano del
año”. Estaba entonces fraguándose la Federación de Casas Regionales, y
precisamente Mario sería su primer presidente.
Otro importante logro durante su presidencia
fue, en el año 2006, la nueva sede, en la calle Cereros, de 400 metros
cuadrados, con una inversión de 720.000 euros. Es un local magnífico, donde
he tenido ocasión de acudir alguna vez para presentar alguna de mis
publicaciones. La nueva sede se inauguró con la presencia de los duques de
Soria, conmemorando a la vez cincuentenario y comienzo del nuevo Centro.

Religioso y mariano –perdona la indiscreción-
no podía faltar durante su estancia al frente de la Casa la entrega de un
manto a la Virgen del Pilar con el escudo de Soria. Y soriano por encima de
todo, este todavía muy joven Mario, se empeñó y consiguió del alcalde Belloch una calle para nuestra provincia, pero no una calleja, sino nada
menos que la Avenida de Soria, ancha y luminosa, como él considera que se
merecen estas tierras que han dado a Zaragoza tantos nuevos zaragozanos.

Consiguió la participación de Soria en la
Expo de 2008, e instauró un premio que con el nombre del primer presidente,
Moisés Calvo, premia la trayectoria profesional de aquellos sorianos
emigrados a Zaragoza. Como apunte decir que son más de diecisiete mil los
paisanos censados, a los que hay que añadir los descendientes de ellos. Se
podría hacer una larga lista de logros, pero la natural modestia del hasta
ahora presidente, ha hecho que me envíe una muy parva relación. Como muestra
baste un botón. Aunque mencionaré también las innumerables exposiciones y
presentaciones de trabajos de sorianos, a quienes nos han organizado unos
actos entrañables.
El Centro Soriano de Zaragoza tiene una junta
directiva potente en la que Mario San Miguel seguirá colaborando como vocal
(cuando vuelva de viaje de novios y con la complicidad de Eva), y que
presidirá Fernando García Terrel, sobrino de un soriano ilustre del mismo
apellido, que llenó muchas páginas culturales en medios sorianos. Estoy
segura que la semilla de Mario, su ímpetu y su saber hacer, seguirá dando
sus frutos.
Isabel Goig

(pulsar sobre las fotos para
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Centro Soriano de Zaragoza
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