
Ateneo
Mónico Vicente
EL
ATENEO Y MÓNICO VICENTE
El día 5 de abril, se
constituyó en Soria el Ateneo Mónico Vicente. Como ellos mismos explican, se
trata de “un proyecto de promoción cultural, inspirado en la dinámica
histórica de los viejos ateneos republicanos que fomentaron anarquistas y
socialistas y que tuvieron una gran importancia al trasladar la difusión
cultural a la clase trabajadora, la cual no disponía de medios de
participación e integración cultural”. El Ateneo Mónico Vicente quiere
destacar su filosofía: “la necesidad de potenciar una actividad cultural que
no se mueva en los circuitos consumistas y sí en los de la creación y
participación”.
¿Por qué Mónico Vicente?
“El Ateneo pretende ser la institución que represente los principios que han
inspirado la vida y la obra de un hombre de la izquierda soriana, el
compañero Mónico Vicente; principios basados en la honestidad y la lealtad
inquebrantables de una persona que luchó toda su vida en defensa de la
libertad y de los derechos de los trabajadores”.
Desde que tuvo lugar su
constitución han sido varios los actos realizados. El 14 de abril, Día de la
República, lo conmemoraron, junto con Izquierda Unida, con una ofrenda de
flores y lectura de los poemas de Antonio Machado. Un día después volvieron
a unirse para escuchar al cantautor madrileño José María Alfaya.
Los responsables del
Ateneo ofrecen a toda la población la posibilidad de pertenecer y participar
en él. Para ello disponen de un apartado de Correos, el nº 37 de Soria, para
contactar.
¿Quién es Mónico
Vicente?

Casi todos conocemos en
Soria al histórico dirigente del Partido Comunista, que ronda los 94 años de
edad. Pero como nuestros lectores son, en su mayoría, jóvenes o de mediana
edad, queremos ofrecerles una breve reseña sobre él, escuchada de viva voz.
Manolo Madrid nos dijo
que Mónico, a pesar de su avanzada edad, estaría encantado de que fuéramos a
visitarle, y nos dio la dirección. Vivía (ha muerto recientemente, pero tuvo
tiempo de saber que el Ateneo fue constituido) en la Barriada de Yagüe, en
una casita modesta, de trabajadores, limpia y cuidada como cuando vivía su
compañera de toda la vida, 65 años juntos. Sus hijos (“tengo tres hijos,
cinco nietos y dos bisnietos”), con la ayuda de una muchacha, se ocupan de
este hombre un poco testarudo, pues no quiere moverse de su casa. “¿Dónde va
a pasar uno los últimos días de su vida, sino donde ha vivido tantos años?”.
Mónico, sentado en un sillón, asistido por la bombona de oxígeno, mostraba
una imagen de hombre que ha sabido vivir con sus ideales, pese a las
dificultades, una imagen de hombre tranquilo y satisfecho con el deber
cumplido. No aparentaba la edad que tenía. Su piel, blanca y casi
transparente, le daba un aspecto aniñado, y sus ojos, todavía muy vivos,
expresaban perfectamente sus sentimientos y, de vez en cuando, chispeaban,
sagaces, según lo que se le preguntaba. Tuteaba y pedía que se le tuteara.
Mónico Vicente nació el
año 1914, en Ruguilla (Guadalajara), un pueblo de la Alcarria. Huérfano de
padre desde los nueve años, a los trece marchó a Madrid a trabajar de
aprendiz, primero de zapatero remendón y luego en una tienda de
ultramarinos. Se instaló en Soria porque su compañera era de Molinos de
Duero. “En aquellos tiempos daba igual trabajar en un sitio que en otro, el
caso era tener trabajo para poder salir adelante”. La mayor parte de su vida
se dedicó al trabajo de pulidor y recubridor de metales, en un pequeño
taller de la calle Numancia, que de hablar, nos contaría una parte
importante de la historia de Soria del pasado siglo.
“En 1931, con 17 años,
yo no sabía mucho de nada, como nos pasa a todos los pobres, sólo sabemos si
hay suerte, nunca por posibilidades económicas. A esa edad ya había
trabajado yo con la hoz y el martillo. Me llamó tanto la atención la bandera
roja con esas dos herramientas, que vi en la Plaza del Sol, y allí que nos
fuimos un compañero y yo a apuntarnos al Partido Comunista, primero
estuvimos en las Juventudes Comunistas, hasta la mayoría de edad, más tarde
a él le mataron en la guerra. Después toda la vida fue por ideal. En la
historia del Movimiento Comunista Internacional han salido las mejores
consignas para luchar contra el fascismo”. A él, en la Guerra Civil, le tocó
luchar en el Frente del Tajo, en la provincia de Toledo. Recuerda al poeta
Miguel Hernández “no llegué a conocerle, pero luchaba con los nuestros.
También admiré mucho a Picasso, ahí fuera hay una foto del Guernica”.
“En Soria no he perdido
el tiempo. En total nos detuvieron a nueve personas por asociación ilícita.
A mí, concretamente, el día 2 de enero de 1972. Me condenaron a tres años,
dos los pasé en prisión y uno en prisión vigilada. Cuando hicieron la
Asociación de Vecinos acababa yo de salir de la cárcel, les dije que no se
les ocurriera ponerme de presidente y me dieron el cargo de tesorero. Cuando
nos presentamos a legalizarla ante el gobernador me dijo ‘Usted es
comunista’, sí, no puedo negarlo, pero soy un comunista legal, bueno, y ahí
acabó todo, fui tesorero, pese a los gestos del gobernador”.
Hemos repasado la prensa
de la época, dos periódicos, “Soria Hogar y Pueblo” y “Campo Soriano”. En el
primero aparece la noticia el 31 de diciembre en estos términos EN COMISARIA
“Algún que otro detenido”. “Por la ciudad, en la mañana del miércoles
último, en seguida circuló, intensamente, el rumor de que por Inspectores
del Cuerpo Nacional de Policía, se había procedido a la detención, en sus
domicilios, de un determinado número de ciudadanos”. Después sigue diciendo
que han pretendido averiguar más sobre el tema, pero no lo han conseguido.
El día 7 de enero de 1972, también en Hogar y Pueblo, aparece, en un cuarto
de una de las seis columnas de la primera página, “SIN NOTICAS de los
detenidos”. Se refieren a la noticia del día 31 de diciembre, y después
añaden “Después de haber detenido a un número que ignoramos en los últimos
días del año 1971, tenemos referencias de que han sido hechas varias
detenciones más pero tampoco ha sido posible que nos facilitaran
información, en tal sentido, en la Comisaría de Vigilancia. Seguimos
ignorando los cargos…”. De nuevo en Hogar y Pueblo, el nueve de enero,
aparece un trozo de columna como en el anterior, “LIBERTAD condicional”.
Habían sido puestos en libertad condicional siete de los detenidos “y según
nuestras noticias, a dos de ellos, les fueron exigidas quince mil pesetas de
fianza y diez mil a los demás. Parece ser que siguen en prisión un número
determinado de sorianos detenidos posteriormente. Todo lo que se refiere a
este asunto ha de partir del supuesto, habida cuenta que ni el Gobierno
Civil, ni la Comisaría de Vigilancia, han facilitado información alguna
sobre el particular, sin duda, por razones lógicas”.
Por las mismas fechas,
el otro periódico, “Campo Soriano”, no da ni una sola referencia, o al menos
no la hemos encontrado, después de repasarlo. Se ocupaba entonces este
periódico, en primera página, de noticiar que en Colonia (Alemania), habían
robado cinco millones de cigarrillos. Que el “Reina Isabel” se hundía en
Hong Kong, mientras que el ministro de la República China visitaba Madrid.
También informaba de que en Nueva York los ladrones utilizaron al
recepcionista del hotel. O que un dirigente bengalés había sido puesto en
libertad. Y numerosas y estrafalarias noticias internacionales de la época,
o escritos de opinión, también en primera página, como “Patria, Unidad y
Ejército” firmado por Celestino Monge. Del tema de los sorianos detenidos,
ni una sola letra. Entre esas personas detenidas se encontraban Antonio Ruiz
Ruiz y Antonio Ruiz Vega, padre e hijo. Este último estuvo poco tiempo en la
prisión, al padre le tocó aguantar bastante más.
Cuando le preguntamos a
Mónico qué le parecía que le hubieran puesto su nombre a un Ateneo, nos
contestó que su nombre o el de otro, daba igual, pero “que hacen falta en
Soria ateneos con el nombre de personas de izquierdas, gente que no ha
dejado nunca de arriar la bandera de la libertad”.
Ateneo
Mónico Vicente
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