Carles de Escalada
Con la utilización de la
imaginación, podríamos imaginarnos la posibilidad de la existencia de
una villa romana en el término de Serón. Sin la necesidad de la
imaginación, es un hecho, que hago público, por primera vez y en
exclusiva en estas páginas de SoriaGoig, la circunstancia de que
efectivamente hubo asentamientos humanos en la zona y los alrededores
que ocupa actualmente la villa de Serón (Serón de Nágima, como la
nombraron oficialmente hace poco mas de un siglo).
Serón cuenta con
asentamientos humanos por lo menos desde la Edad de Bronce. Es decir,
dependiendo de la catalogación histórica de los restos arqueólogicos,
nos remontamos aproximadamente a unos 2000 años antes de Cristo. Y este
dato lo confirmaba cuando en el año 1982 obtuve una pieza de cerámica
que añadí a mi colección y que tuve la oportunidad de catalogar mas
tarde. Es quizá, como digo, una de las piezas mas antiguas jamás
encontrada en Serón.
La pieza consiste en un
fragmento de cerámica con una muy reconocible asa y para su catalogación
ese mismo año visitaría en Barcelona, en donde entonces residía, al Dr
Sanmartí y al Dr Nuix del Museo arqueológico de Barcelona. El Dr Nuix me
confirmaría ser este fragmento como perteneciente a una urna funeraria
de la edad de bronce. Es decir, que tras hacer una pira y quemar el
cuerpo del fallecido, los restos óseos encontrados tras la quema, serían
depositados en una vasija (urna) siendo enterrados a continuación.
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En mi colección
también se hace frecuente más fragmentos de la
Edad de Bronce y de asentamientos ‘Celtíberos’ que deberían de ser
catalogadas profesionalmente.
También dispongo de algunos
fragmentos del siglo XVII/XVIII
(pulsar para ampliar las fotos)
Con la publicación en estas
páginas de un buen número de fragmentos cerámicos de mi colección,
pretendo de que sean estos estudiados y catalogados y que abran la
oportunidad de realizar trabajos de campo en Serón. Es mi intención de
donar esta colección al Museo Numantino para que estudiosos conserven el
material y lo estudien, preservándolo para futuras generaciones.
©
Carles de Escalada, 2018
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