© Fidel Fernández
- ¿Cómo se llama ese tipo de letra?
- Búscalo en el procesador de texto,
seguramente lo encontrarás.
- Realmente es preciosa y nada fácil de
realizar. ¿Estás seguro que la escribió el abuelo cuando era pastor
trashumante?
Los niños, ya adolescente, siguen mirando asombrados ese mapa que el
abuelo ha sacado para mostrarlo en la Fiesta de la trashumancia
cuando reciba el merecido reconocimiento que van a entregarle junto
a las demás familias mayores de la sierra. Lo habían visto antes sin
fijarse, apenas, en sus colores, sus nomenclaturas, sus eses
retorcidas, sus pes altivas, sus o con sombrero o las tés con faja.
Ahora, mientras el abuelo está charlando en la calle, observan,
quizás con un poco de admiración, que las mayúsculas están en su
sitio y hasta las i llevan su puntito.
No se percatan que el año (1959) en el que se dibujó el plano el
abuelo tenía 26 años. Habían pasado 13 desde que dejó la escuela
para bajar por primera vez, de zagal naturalmente, a los extremos.
En aquellos años, finales de los cuarenta, el analfabetismo en
España era todavía del 23%, superior todavía en el campo y mayor en
las zonas en las que acostumbraban a invernar los pastores
sorianos.!Cuántos serranos habrán enseñado a leer a las gentes de
allí!
Atentos como estaban mirando los signos que indicaban ahora un río o
un pantano, luego un castillo, más arriba la división de provincias
y allí la vía férrea, y de vez en cuando los montes, no se han dado
cuenta que el abuelo está otra vez en la habitación.
- ¿No os habíais detenido a mirar el mapa con
atención?
- No, y ahora que lo hacemos, tenemos interés
en que nos expliques algunos de los misterios que encierra. ¿Cómo se
te ocurrió dibujarlo?
- La vida del pastor trashumante no ha sido
nada fácil, y mucho menos rentable, ni social ni económicamente. Era
duro pasar siete meses lejos de tu hogar y tu familia para conseguir
solamente un poco más que lo necesario para subsistir. Yo había
decidido abandonar y buscar otras oportunidades, ¡que las había! Era
mi último viaje desde los Extremos, y coincidencias de la vida, lo
tuve que realizar andando. Alguien, un año antes, me había dejado un
libro que trataba sobre las cañadas en España y de ahí surgió la
idea.
- Ah! Entonces ¿copiaste una cañada de ese
libro?
- No. Solo la idea, porque lo que yo quería
hacer era tener un recuerdo y dejar constancia del camino que yo y
otros muchos pastores, a lo largo de los siglos, habían recorrido.
La forma y el trayecto son míos. No se seguía
siempre el mismo camino; las cañadas son muchas y los pastores, sin
necesidad de GPS, son capaces de recorrerlas sin salirse de ellas.
- Y esos caminos ¿han existido siempre?
- Nosotros y nuestros antepasados siempre los hemos conocidos; hasta
la llegada del tren era la manera de escapar del frío invierno
serrano buscando los pastos en el sur, y de huir de los pastos, ya
agostados, a los todavía verdes de la sierra. Alimentándose sobre
todo con pastos naturales ¿os imagináis lo sabrosa que estaba esa
carne?, lástima que no la pudiéramos comer con frecuencia, porque la
oveja la necesitábamos viva para criar corderos y lana, cuando esta
tenía todavía valor.
- Pero entonces ¿qué comías?
- Esa historia es larga de contar, otro día
hablaremos de ella. Volviendo al tema de las cañadas, el otro día
alguien me dijo que las cañadas cordeles y veredas son “Dominio
Público”, por lo que entendí quiere decir que son de toda la
sociedad, no son ni del estado, ni siquiera de los municipios por
donde pasan. Por ese motivo, si durante tanto tiempo las utilizamos
y aprovechamos nosotros, hoy en día deben seguir para disfrute y uso
de la sociedad.
Lo que el abuelo no dice es que por ser Dominio Público no se pueden
vender, comprar o embargar.
- Pero, si ya no transitan las merinas, ¿para
qué sirven?
-Todavía, aunque pocas, existen merinas que recorren la cañada
Conquense, y vacas avileñas que trashuman a Extremadura. Existen,
además otras cañadas más cortas que van de los valles a las montañas
y que nunca han dejado de recorrerse por otras razas de ovejas. Esta
trastermitancia la realizan, por ejemplo, desde Las Bardenas hasta
los Pirineos, o en la zona de Zamora. Por otro lado, sean o no
transitadas, son excelentes corredores verdes que mantienen los
ecosistemas; pueden, sin dejar de ser paso para animales, vías
verdes para caminar o ir en bici. (No en vehículos a motor).
- Y ¿qué significan esos números, del uno al veintisiete, que hay a
lo largo del mapa?
- Si os fijáis el uno está situado en la
finca de Badajoz y termina con el veintisiete en Villartoso; son las
jornadas que tardamos en el viaje, recorriendo aproximadamente
veinte km cada jornada.
Mientras está hablando, la música de “Ya se van los pastores”, ha
empezado a sonar en la plaza; es la señal para ir a recoger el
trofeo.
Al abuelo se le han quedado muchas vivencias y conocimientos que
trasmitir a sus nietos y a éstos el deseo de conocer la vida, a
veces dura y trabajosa, pero también agradable y placentera de sus
antepasados.
Nota.-El abuelo es Benito Medel y el mapa se encuentra en el
museo pastoril de Oncala.
© Fidel Fernández
Revista SARNAGO nº8
|