Autor: José Tudela de la Orden
Ediciones de Cultura Hispánica. Instituto de Cooperación Iberoamericana
Madrid, 1993
Páginas 230
Con
biografía, introducción, notas, bibliografía y selección de textos de
Leoncio Cabrero, una de las obras de investigación más caras a don José
Tudela y su familia, fue editada veinte años después de su muerte, en un
precioso volumen con portada a cuatricromía y numerosas e interesantes
ilustraciones.
El
profesor Cabrero divide su introducción en tres apartados: líneas
introductorias, donde da a conocer la biografía y bibliografía de
Tudela, recogiendo en ellas lo que del autor dijeron de él, tanto en
vida como después de muerto: Heliodoro Carpintero, Julián Marías,
Gerardo Diego, entre otros. En otro apartado se emplea en una
introducción complementaria a la historia de la ganadería
hispanoamericana de José Tudela de la Orden. Y en el tercero introduce,
con sus propias palabras, al volumen que comentamos.
La obra
de Tudela está dividida en cinco capítulos.
Capítulo I. Los animales domésticos en la América indígena.
Hipótesis sobre la escasez de animales domésticos americanos. El perro
indígena americano: perros mudos, esquimales y de las praderas, los
gozques, techichí, etc. Perros de caza, de guarda y ovejero. Los
auquénidos (camélidos); vicuña, guanaco, llama, alpaca. Volatería: los
gallos de dos Mundos. La gallina en el Viejo Mundo, el gallo en el Nuevo
Mundo. El pavo en América. Difusión del pavo en Europa. El pécari. El
pato. El conejo. El cobayo. Ganadería mínima industrial: abejas y
gusanos de seda y grana. El bisonte y el caimán.
Capítulo II. Los animales de conquista. Los caballos en la
Historia. Los caballos de Cortés y Pizarro. Los caballos en las demás
conquistas. El caballo en los códices indígenas mexicanos y en la
cultura incaica. El perro en la Conquista.
Capítulo III. Animales de colonización. América, paraíso
de los ganados. Abundancia de ganados. Poblamiento pecuario.
Animales de colonización. Los cimarrones. El caballo. Caza y doma.
Tropillas y madrinas. Ganado de cerda. El cerdo y el pimentón. Ovejas y
cabras. Caminos pecuarios. La Mesta en América. Las Antillas.
Capítulo IV. Los animales de consumo en América. Las primeras
vacadas. El rancho. Vaqueros. Las vaquerías del Plata. El ganado vacuno
en México. La carne de vaca. Las tabladas y los saladeros. Ganados
herrados; hierros y señales. Las haciendas. Haciendas de religiosos.
Breve historia del curtido en América. Las estancias. La revolución del
alambre. Los frigoríficos.
Capítulo V. Los animales de transporte. Liberación del indio
cargador. El transporte en América. La mula. La cría de la mula. Ferias
y caminos muleros. Los burros. Un regalo de Carlos III a Washington. Los
toros como animal de carga. Uso pacífico del caballo y la mula.
Por
último hay un apartado de bibliografía recogida por el autor y otro de
bibliografía actualizada. En la primera se informa de que el fichero
original manejado por Tudela recoge 146 títulos, de los cuales se han
seleccionado 63.
De
las líneas introductorias de Leoncio Cabrero
“El
lector que se interese por el contenido de esta publicación: Historia de
la Ganadería Hispanoamericana (homenaje a su autor con motivo del
centenario de su nacimiento) necesita, como es lógico, unas líneas
introductorias para que comprenda la finalidad y justificación de la
presente edición y el porqué del interés del Director de Publicaciones
de Cultura Hispánica para dar cabida en el catálogo a este libro,
catálogo donde aparecen varias publicaciones de contenido americanista
de don José Tudela editadas con anterioridad a la muerte del autor.
Su
hija, Inés Tudela, que siguió muy de cerca toda su actividad
intelectual, ha querido dar a conocer dos obras que su padre dejó
terminadas pero que no se publicaron. Una ya ha visto la luz, nos
referimos a la valiosa edición de El Códice del Museo de América
o Códice Tudela. Y la otra es la que ahora hacemos llegar al
lector. La estrecha relación de don José con el Instituto de Cultura
Hispánica y su prestigio como americanista, son motivos más que
suficientes para que ahora, y como recuerdo en el primer centenario de
su nacimiento, aparezca entre las valiosas publicaciones de Ediciones de
Cultura Hispánica.
Y ahora
la justificación del porqué se me ha encargado la presentación del
manuscrito, el estudio introductorio y la bibliografía actualizada que
sobre el tema de la ganadería ha ido apareciendo en estos veinticinco
años.
Conocí
a don José Tudela en el año 1956, en que siendo yo un joven
universitario de cuarto de carrera, pero interesado ya por la historia
de América –y con el ansia de todo joven de ir avanzando en mis
estudios- comencé a preparar mi futura Memoria de Licenciatura –tesina
como se decía antes-, preceptiva y necesaria para culminar mis cinco
años de carrera y obtener el correspondiente título. El tema me lo había
sugerido mi maestro, el catedrático don Manuel Ballesteros: Los
indios tarascos de Michoacán.
Comencé, como es lógico, la búsqueda de fuentes y bibliografía; todo me
condujo al manuscrito de la Relación de Michoacán, que se
conserva en la Biblioteca de El Escorial, donde me informaron que don
José Tudela había preparado la edición y que estaba próxima su
publicación.
Y en
esa búsqueda llegué hasta el despacho que como Subdirector del Museo de
América tenía don José en el primer piso del actual Museo Arqueológico
Nacional, en la madrileña calle de Serrano. El despacho era austero, de
altos techos; era invierno y una pequeña salamandra de carbón calentaba
el ambiente, aunque era un ambiente cálido por sí solo. Las paredes
estaban cubiertas de estanterías de fondos valiosos sobre América, en
especial de México. Formaban parte de la seleccionada biblioteca del
Museo, biblioteca que ha sido abierta recientemente al investigador en
la nueva sede del Museo, en la Ciudad Universitaria.
Don
José había preparado la edición facsimilar, siendo cuya también la
transcripción, introducción y notas de la Relación de Michoacán,
Edit. Aguilar, 1956. Como se dice en el lenguaje editorial, estaba aún
caliente y don José, con su amabilidad, me dejó utilizar su ejemplar,
con bastantes notas a lápiz en los márgenes. Y me brindó cuantos libros
él había consultado para la preparación de la edición, eso sí, sin
sacarlos de su despacho.
Dos
mañanas a la semana, durante meses, compartí un espacio de su mesa que
gentilmente me dejaba utilizar. Recuerdo las primeras visitas. Don José
imponía por su figura, delgado, austero, muy austero, y aunque daba la
impresión de que era seco de temperamento, era una impresión engañosa.
Ocurría que los jóvenes de mi generación admirábamos, casi con
veneración, a todas las personas que enseñaban y nos inculcaban el amor
por el saber, y quizá esa admiración, cargada de timidez por mi parte,
me hicieron ver actitudes poco elocuentes. Pero a pesar de su figura y
temperamento, don José resultó ser un ameno conversador, gran conocedor
de la cultura universal, trabajador infatigable, educado y cortés en
demasía.
Aquellas visitas fueron el inicio de una larga amistad que fue
aumentando con los años. Tan pronto obtuve el título de Licenciado, por
motivos que no vienes al caso continué estrechamente vinculado con el
Museo de América y continué buscando los consejos de don José. Él me
ayudó a reunir el material para mi Guía Escolar del Museo de América,
publicada por el Instituto Municipal de Educación del Ayuntamiento de
Madrid, 1961. La amistad con don José me llevó a una entrañable y
perenne amistad con su hija Inés, funcionaria durante años de la
Biblioteca de Cultura Hispánica, dirigida entonces por un competente
bibliófilo, José Ibáñez Cerdá.
Y ha
sido Inés quien me ha solicitado que me hiciese cargo de la edición que
ahora presentamos, respetando el original inédito, tal como lo había
dejado el autor. Lo que tienen en sus manos el lector es, pues, el
manuscrito que dejó preparado don José y que no le dio tiempo a publicar
por su repentina muerte.
La
presente edición responde a tres circunstancias: 1º Recordar el primer
centenario del nacimiento de don José Tudela, 1890. 2º Evocar el
vigésimo aniversario de u muerte, ocurrida el 7 de septiembre de 1973.
3º Aportar su última obra inédita al conjunto de la variada bibliografía
americanista que con motivo del V Centenario que acabamos de celebrar ha
ido apareciendo en estos últimos años. Somos conscientes que él
biológicamente no hubiera podido participar, pero la edición póstuma de
su Historia de la Ganadería Hispanoamericana creemos que es un buen
recuerdo para un americanista ilustra del siglo XX”. |