Versión de la Comarca
de Matamala de Almazán,
Centenera de Andaluz, cantada por
Teodora García de Gracia,
nacida en Centenera de Andaluz el 04/07/1901
y fallecida en Madrid el 19/10/1968
Estando yo en la mía
choza
Pintando la mía cayada,
Las cabrillas altas iban
Y la Luna rebajaba.
Mal barruntan las
ovejas;
No paran en la majada.
Vi de venir siete lobos
Por una oscura cañada.
Iban echándose a
suertes
A cuál de ellos le tocaba
Entrar en la majada.
Le tocó a una loba
parda,
Patituerta y canosa,
Que tenía los dientes afilados
Como puntas de navaja.
Dio dos vueltas al
redil
y no halló nada;
mas a la tercera sacó a
la Churri, nieta de la
Oriscana;
La que tenían reservada mis amos
Para la mañana de Pascua.
"¡Arriba, siete
cachorros,
arriba, perra trujillana,
si le quitáis la cordera
tendréis la cena doblada,
mas si no se la quitáis
cenaréis de mi cachaba!"
La corrieron siete
leguas
Por unas vegas muy llanas
Y otras siete la corrieron
por una espesa montaña;
y al llegar un cotarro
le echó mano la guardiana.
"Toma, perra, tu
cordera
sana y buena como estaba."
"No queremos la
cordera
De tu boca embabosada;
Queremos tu pelleja
Pa´l pastor una zamarra,
De tus patas unas medias,
De tus manos unas mangas,
De tus uñas tenedores
Pa´comer las migas canas,
De tu cabeza un morral
Para meter las cucharas,
De tu jopo un abanico
Para abanicar las damas."
Les
remito esta joya del romancero popular de Soria.
Como muy bien sabréis, las letras de los romances
han servido muchas veces como fondo de juegos y reuniones, como
acompañamiento de los juegos de trabajo, e incluso para la música y la
danza. Por desgracia, sólo queda en la memoria de nuestros mayores todo
este saber secular.
Este Folklore no evoluciona; y, lo que es peor,
está condenado a desaparecer al igual que la población rural de Soria
por la despoblación y el crecimiento vegetativo negativo.
En los
puntos de Soria afectados por la transhumancia, el romance tiene mayor
vigencia. Y muestra de ello es este romance castellano notorio de "La
Loba Parda", en el que se
entremezclan la fábula, la realidad y los cuentos populares. Los
animales mantienen conversaciones entre ellos como en las narraciones
fantásticas de la mitología griega y romana; pero refleja claramente la
realidad de la vida ordinaria de los sorianos.
Existen
dos versiones más de este romance provenientes de Sotillo del Rincón
(Soria) que han sido publicadas en el libro "SORIA, ÁLBUM DE
TRADICIONES" (Ed. Auryn S.A. Virgen del Val Nº 48 - 28027, Madrid) que,
en mi opinión, son magníficas; aunque difieren de esta versión que,
según mi tío Miguel Ransanz García y mi padre José Francisco Ransanz
García, cantaba mi abuela paterna Teodora García de Gracia en el primer
tercio del s.XX, como tantas gentes de aquellas tierras. Con toda
seguridad, el fenómeno de la transhumancia llevó desde Sotillo del
Rincón hasta las tierras de Almazán este romance, donde se otorgó en la
Comarca un sello más personal y más fiero a los lobos, creídos durante
siglos criaturas malignas, reencarnaciones de Satanás y provenientes del
Infierno, que acechaban y atacaban al ganado y al ser humano. Se llegó a
hablar de "lobos devoradores de hombres"; y, para inculcar ese temor y
prudencia a los niños, se les cantaba a la luz y el calor de la chimenea
del hogar este romance "moralista y educativo" como duermevela.
Este
tesoro del romancero castellano de Soria ha quedado perdido en la noche
del siglo veinte.
¡Cuántas veces me lo habrá recitado mi padre siendo yo niño, ya viviendo
en Madrid!
© Pablo Ransanz
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